La filosofía es como un camino lleno de sutiles recovecos.
La gente cree que puede saltarlos dando grandes zancadas, sin entender que estudiar filosofía es pegarse a cada uno de esos entrantes y salientes.. Que no llega mirarlos desde arriba.
Pero, sí, ya lo sé.
La gente tiene miedo de dejar de pensar como ellos mismos aunque solo sea medio segundo.
No vaya a ser que les convenza otra ideología. Y se tengan que admitir débiles, y decir alguna verdad.
¿Yo?
Cuando te preguntan por ti y tienes que resumirte en unas pocas líneas, parece ridículo.
Aun así lo intentaré.
Tengo un altar desde el que hago críticas de las que estoy firmemente segura sin importarme cómo o a quién.
Me apasiona el arte, el arte y el arte.
Caprichosa y abandonada en ocasiones.
Amiga de mis amigos, vivo en mi constante talante de fascinación griega frente a la recién descubierta combinación entre mito, logos, logos, mito..
Y así sucesiva, y sucesivamente.
Lo de los dos puntos suspensivos es influencia y cortesía de un amigo.
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