Aunque lo cierto es que también hay ciertos islotes salvadores, gente que responde por ti.
Gente con la que nunca te enfadarías, o, si lo hicieras, sería horrible, desastroso, catastrófico y sobre todo muy fugaz: con principio y final.
Como ella... como él... como ella. Pero casi nadie más. A ver, alguna gente más. Pero tampoco mucha. Lo importante es que ella, él y ella son geniales, y han venido para quedarse.
¿Yo?
Cuando te preguntan por ti y tienes que resumirte en unas pocas líneas, parece ridículo.
Aun así lo intentaré.
Tengo un altar desde el que hago críticas de las que estoy firmemente segura sin importarme cómo o a quién.
Me apasiona el arte, el arte y el arte.
Caprichosa y abandonada en ocasiones.
Amiga de mis amigos, vivo en mi constante talante de fascinación griega frente a la recién descubierta combinación entre mito, logos, logos, mito..
Y así sucesiva, y sucesivamente.
Lo de los dos puntos suspensivos es influencia y cortesía de un amigo.
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