Entonces apareció algo nuevo, brillante y dorado, algo de color verano. Supe que alguna de aquellas figuras asustadas por la vida querría hacerle lo mismo. Otra vez.
Yo dije, no. Antes de que le pongan un dedo encima, me lo follo yo.
Y me lancé a proteger lo único que aun podía de ti, la extensión de tu mundo, tu mejor amigo.
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