domingo, 30 de agosto de 2009

Sí, sí, sí, claro.

¿Pues sabes qué?
No te creo.
Si fuera verdad eso que dices no te comportarías así, como si estuvieras en lo alto y yo en el suelo, como si tuvieras la llave de la relación.
Si fueras el bueno, como tú dices, no tendría la impresión de que soy la única que tiene miedo de perder al otro.
Sí, me dolió.
Y no, no lo dije.
No tengo por qué hacerlo. La gente cuando se enfada no va diciendo ei, me he enfadado!!
Pero.. ah, perdona.
Sí, sí, perdona. No era mi intención penetrar tu mundo perfecto de gente perfecta y frases perfectas, no.
Me quedaré en la puerta esperando a lo que tú quieras darme, como comprendo que llevo haciendo mucho tiempo.
Cuando abres tu puerta y la de enfrente solo se entreabre de vez en cuando, sin dejarte siquiera mirar una vez.. duele.
Porque abrir tu propia puerta no es fácil, aunque la otra persona no lo valore.
Y, ¿sabes?
Yo me valoro bastante más que a ti.
Consecuentemente no debería quedarme en la puerta, esperando, como un perro fiel.
Ah, no. Ni lo sueñes.
Y no lo pienso hacer.. espero que el sarcasmo y la retórica del asunto hallan (no me acuerdo de si lleva ll o y) sido suficientemente claros.
Pero, es verdad, yo no llevo esa etiqueta privilegiada encima de la frente con uno de los tres nombres privilegiados. Noo..
Yo soy del montón.
Sí, ya lo sé.
Porque ni siquiera te has molestado en conocerme. No, no me conoces.
Ni por asomo.
Y aunque me da miedo mover las cosas, aunque me da miedo que la puerta se cierre de golpe y ya no se vuelva a abrir.. voy a tener que probar a empujar tu puerta.
Y probar a ver si me dejas, o rechazas mi mano sin mirarme a los ojos.. cómo haces siempre.
Y si pasa eso, mi puerta sí se cerrará. ¿Para siempre?
Sí, estoy harta de estar confusa por ti.

domingo, 16 de agosto de 2009

Domingo

Ese día que no puedes dominar, porque si lo intentas, te domina él a ti.
Es el día en el que piensas, el día en que dejas carta blanca y sin expectativas para tu mente, el día que "aburre".
Es que un día es muy largo.
Viviendo un domingo es difícil apreciarlos, pero, solo a veces, cuando piensas en ellos desde un miércoles agotador.. quieres que llegue.
Hoy es domingo.
Creo que dentro de poco estaré enferma, a juzgar por las inacabables horas de sueño del día de hoy.
Estoy cansada. Agotada.
Ni siquiera mi Layla puede ayudarme hoy. Layla es una cámara de fotos, para quien no me conoce. Bueno, también es una aclaración que sirve para mucha gente que se jacta de hacerlo.
Aun no entiendo mi aspecto físico, mi cuerpo. No, de hecho, no lo hago en absoluto.
No quiero hacer la sesión de fotos programada para hoy porque.. sería horrible la frustración de mi (también cansado, ayer trabajó mucho) privilegiado sentido de la estética. Porque no quiero pasar otra vez por el día de mayor fealdad del año.
¿Me obsesiona mi aspecto físico?
mmm..
Es importante para mí. No por lo que vayan a pensar otros. No, no. Por mí.
¿Egocéntrica?
Eso sí.
Creo que hoy sería un buen día para visitar a mi personaje favorito de nuevo. Es un monje literario.. pero no creo que deba hacerle eso en un domingo.
No, definitivamente tengo demasiado miedo de lo que mi mente pueda hacer hoy con su historia.
Y hablando de personajes.
Ayer conocí a uno muy importante. Digamos, casi un mito. La situación, tanto pensada como expresada en voz alta, suena ridícula..
A mí me gusta. Pero no tiene mucho sentido como situación en sí.
Porque no tiene previsión de futuro. Es decir, no sé nada de nada de lo que espera mi pequeña personaje.
Pero el contacto fue excitante. A ver, excitante, emocionante. Sin pensar cosas raras.
Los domingos no las admiten.
Y si las admitieran.. No lo tengo del todo claro, digamos que a mi privilegiado (sí, lo siento, son cinco palabras unidas en mi cabeza) sentido (2) de (3) la (4) estética (y 5) le fascina tanto este personaje que podría llegar a disfrutarlo incluso.
Yo, no. No sé por qué pero lo sé. Es raro, pero a veces soy más mi sentido de la estética (no siempre hay que apostar por lo barroco), que yo.
Aunque suene a enajenación, no lo es.
Solamente odiando las distinciones de este tipo pude aprender que algunas sí existen. Fue difícil para una mente como yo, lógica, complicada y retorcida, sí, pero lógica.
Creo que por hoy, y antes de empezar a decir cosas que no quiero, es suficiente.