domingo, 13 de junio de 2010

¿Cómo es esta semana?

El cielo está siempre enfadado y huraño, pero al mediodía se le escapa la sonrisa que nos perfora la vista, y el corazón, más dentro.
Todo es así, nubes, un rayo de luz solitario, maldito, y más nubes, pero no más luz.
Cuando viene la odias, pero cuando ya no está la echas un poco de menos.
Es de noche pero aun no es de noche, tienes sueño pero no consigues dormir. Y es todo así, todo, todo el tiempo: una presión en el estómago que te va haciendo cosquillas por dentro... y a veces se pasa y te hace daño. Cuanto más pasan las horas, peor es. Ya no es un juego, son solo garras y ácido biliar, o gástrico, o como se llame.
¿Perspectivas? Blanco, blanco y más blanco. No sabes qué esperar, qué hacer, sufrir, dejar de nadar a contracorriente o seguir pataleando con fuerza. Es todo... tan blanco.
Pero pasará. Y dentro de algunos días esta semana será "la semana pasada" y, dentro de algún tiempo más, aprenderé a reírme de ella y le cogeré algo de cariño.
Es como cuando les veo hablar de "la prueba". Parece como si hablaran de alguien, y lo peor de todo es que la quieren. ¡La quieren!, y resulta muy tierno y a la vez casi esperpéntico.
Pero no lo pasaré mal. La prioridad número uno es recuperarme. Los exámenes solo son la número dos, así que me iré a dormir temprano y condenaré a muerte a todo despertador.
Ahora debería seguir estudiando. Pero... uf.
Es duro. Es una prueba de desgaste. Como la guerrilla. Uf. Lo malo es que en esas cosas yo empiezo muy motivada, pero hacia el final me voy cansando y acabo tirando la toalla justo antes de la meta final. Pero no.
Esta vez... será diferente.

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