jueves, 15 de octubre de 2009

Labio

Pues era cierto que los cirujanos hablan rápido, claramente y te echan de su consulta como una exhalación.
Puede que te pase esto, pero no te preocupes, casi el 99% de los casos se recuperan totalmente.
Tranquila.

Uy sí, aun me tranquilizo sabiendo eso.
¿Te das cuenta de lo que dices?

A Cobrin le gustó verle hablar, a Layla le gustó que me hablara a mí, que ignorara a mi padre.
Quieren entrar en ese mundo claro, blanco y plateado, revolverlo de innovaciones y dejar su huella bipolar.
Están ansiosas.

Pero Cobrin está neurótica, si le pasa algo, si nos pasa algo.. Podrían pasar mil cosas peores.
Pero ella, precisamente eso, ¿lo soportaría?
Así que corre, furiosa, de un lado a otro de mi mente, buscando recuerdos, tirándolos a uno y otro lado y maldiciendo el día en que empezó a notar ese sabor metálico en la boca.
Sabor a sangre.

Por si fuera poco, ¡esta sonrisa es impeorable!
Yo no sé qué voy a hacer.
Esperar lo que pase, supongo, dejarme arrastrar.

¿Y si pasa?
Pues pasó.

Le haré frente cuando llegue.. Ai, Cobrin, cállate ya, sé que tienes miedo.
Yo también lo tengo.


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