sábado, 1 de mayo de 2010

Cuando me siento triste.

Cuando me siento triste me pongo mis calcetines de caperucita y el lobo feroz, me miro un rato al espejo y me visto una camiseta que me guste mucho. La más acorde con mi estado de ánimo: grande y rosa chillón, blanca-con forma y ajustada o azul marino y de tirantes.
A veces escojo un vestido y me subo a los tacones más altos de toda la casa (los míos, que suben la moral con solo comprender su forma) y bailo con la canción más desgarradora que encuentro.
Nunca quiero hablar por teléfono. Ni aunque sea la única manera de contactar con quienes más quiero. Solo hace que me vaya hundiendo, más y más...
La verdad es que cuando estoy triste elijo al arte. Las historias, los cuentos (las que yo escribo y las dibujadas por otros) que tienen el sentido impregnado en sus páginas. Quiero ese sentido en mi vida, pienso a veces.
Elijo música, elijo distancia, elijo trenzas de rosas con espinas.
Los símbolos... voy a buscarlos, para recordar y estar al lado de quien no soy capaz en ese momento. Una púa gastada, o una foto movida, a veces, son la mejor compañía.
Cuando estoy triste te echo mucho de menos. Me gustaría poder llegar a tu lado y decir llegué, y ver qué pasa después.
Sí, tal vez ese sea el sentido que busco. Solo tal vez.

1 comentario:

  1. ya sabes que no suelo comentar entradas de blog... pero es que esta me ha encantado.

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