Me habías dejado atrapada en la Villa, hasta que un día, tal vez lejano, quisieras volver a buscarme.
¿Habría crecido, entonces. o seguiría siendo tan decepcionantemente inmadura?
Eso nos preguntábamos los dos, entre miradas.
Ibas a ignorarme para siempre... hasta que me armé de valor para enfrentar tu altura y me acerqué a decirte hola.
Desbaraté tu plan tan rápido... Me mirabas negándome, exigiéndome que desapareciera.
Pero no hice caso. Aquello lo sentíamos los dos, e íbamos a enfrentarlo juntos.
Me daba igual que tú quisieras, o no.
No hay comentarios:
Publicar un comentario