viernes, 21 de mayo de 2010

Nervios.

Y muchas, muchas mentiras.
¿Entiendes ahora los nervios?
Y si se rompe algo... "Y si".
Hoy no. Por favor. Hoy no. Perdí mi pulsera de la suerte. ¿Dónde está?
¿Se fue con mi suerte momentánea? No, por favor... súplicas gemidas, pero ninguna medida real.
Real... ¿Cómo me pudo hacer tanto daño? Daño.
Cuando me mira, cuando me habla... cada vez que quiere jugar conmigo, lo consigue.
¡¿Lo consigue?!
Hoy me hizo llorar. Pues vale. Pues bien. ¿Por qué tiene que creerse... "mejor"?
¿Por qué me mira así?
Una aguja afilada, afilada. Y nervios. Muchos nervios.

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