Que no llegue nunca. Así podría seguir esperándolo siempre, oyendo su voz. ¿Por qué asumo que voy a hacerle daño?
No lo sé, pero yo no quiero que me aleje de él. Eso es lo único que sé.
¿Cuánto estoy dispuesta a dar por quedarme a su lado?
No lo sé, Cobrin, no lo sé.
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