sábado, 2 de enero de 2010

¿Cómo estás, Layla?

¿Te sientes un poco más relajada en Londres?
Yo ahora estoy concentrado (¿concentrado?) en una montaña del norte para grabar nuestro disco.
La grabación está yendo bien, pero cada mañana nos hacen hacer footing, barrer...
(Yasu está muy cómico en chandal).
No entiendo por qué.
No sé si es debido a la vida sana que hacemos.
Pero creo que, en estos cinco días, he crecido un poco.
O quizá me lo parece.
Este local es propiedad de Gaia. Está bien equipado pero aislado; alrededor solo hay bosques y un lago.
Pero, de momento, no hemos visto a ningún paparazzi y estamos mucho más tranquilos que en Tokio.
Además, el aire es limpio y, por la noche, se ven las estrellas. Todo un lujo.
Yo, cuando veo algo que brilla, me acuerdo de ti.
No sé por qué razón. ¿Por qué será?
Tal vez no lo sepas porque estás en el extranjero, pero aquel escándalo ha ido creciendo y ahora incluso Yasu es blanco de los paparazzis.
Al igual que hicieron con Nana, han escrito cosas de su infancia y de su adolescencia manipulándolas de tal manera que parece que sea lo que aparenta ser. La gente le verá como a un mafioso (pero con chándal).
Pero tranquila. De su relación contigo no han escrito nada.
No sé si porque no lo saben o porque no han querido publicarlo.
¿Sabes, Layla?
Si tu me dijeras que te sientes sola, iría volando a Londres sin pensarlo un instante.
Por ti, iría a donde fuera.
Me conformaría con poder dar un poco de calor a tu cuerpo y a tu corazón.
Diciendo estas cosas, incluso parezco tierno y cariñoso, ¿verdad?
Sencillamente hablando, ahora mismo, para mí, no hay nada en el mundo más importante que tú.
Qué pensaré mañana no lo sé.
Ya sabes que soy inestable.
¿Sabes?, Layla...
Me he comprado un portátil...
...porque tenía prisa por gastar aquel dinero que me diste.
Y no quería gastarlo en algo que me beneficiara solo a mí.
Con este mismo razonamiento me compré la guitarra acústica.
Pero no soy tan romántico como para cantar en solitario donde tú no puedas escucharme.
Así que, de vez en cuando, te mandaré un correo electrónico como este.
Si te apetece, contéstame alguna vez.
Bueno, adiós. Hoy el cielo está despejado. Seguro que se verán las estrellas.

Shinichi Okazaki.

No hay comentarios:

Publicar un comentario