sábado, 30 de enero de 2010

Un mensaje tan suave que derriba el corazón...

y otro oculto detrás, una réplica, un "si no hubieras", un "demasiado tarde", tristeza pero firmeza.
Un "yo lo intenté".
Y a pesar de todo un "te echo de menos".
Pero aunque sea a pesar... aunque a través de un "no" triste: firmeza.
La veo ahí, empujando con nervio. No necesita empujar. Ya me estaba yendo desde que le toqué el hombro para que me escuchara.
Pero no quería seguir viviendo preguntándome qué habría pasado de haber llamado.
¡Es que tiene razón!
No entiende por qué no le vi antes. Y tiene toda la razón. Fue un intento de compensar, de no arañar más la idea de él. Ya estaba tan destrozada que me dio miedo tocarla más.
Y me lancé a proteger lo que aún pudiera, lo que aún no hubieran tocado, lo hice bien. No me arrepiento, no fue por uno, fue por los dos. Les protegí. Y estoy orgullosa de haberlo hecho.
Un "no fuiste capaz de verme". Un "¿por qué no fuiste capaz de verme?".
Un "ojalá hubieras sido capaz".

No hay comentarios:

Publicar un comentario